Carta de DeVenEx en relación al cierre del Consulado de Venezuela en Miami

Ciudadano
NICOLÁS MADURO
Ministro del Poder Popular para
Relaciones Exteriores
Su Despacho

En nombre y representación de la Defensoría de los Venezolanos en el Exterior (DEVENEX), ONG debidamente registrada de conformidad con la ley, y cumpliendo con los objetivos de nuestra Asociación nos dirigimos a usted, en oportunidad de protestar de manera indignada la suspensión de actividades administrativas del Consulado venezolano en la ciudad de Miami, Estados Unidos, cuya jurisdicción consular atiende a los venezolanos residenciados en los estados de Florida, Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. Al mismo tiempo exigimos la pronta reapertura de dicho Consulado; o, al menos, una solución temporal que remedie el estado de indefensión en que esa medida indeseada, y desde todo punto de vista inconveniente, ha dejado a los más de 200 mil compatriotas residenciados en esos cuatro estados de la Unión americana.

En efecto, el cierre intempestivo y no debidamente dimensionado viola los numerales 2, 12 y 13 del artículo 8 de la vigente Ley de Servicio Exterior, y ha dejado a millares de compatriotas sin asistencia y sin atención a sus requerimientos diarios por el Estado venezolano; pues, el Consulado concentra las funciones que el gobierno y otras instancias del Poder Público de Venezuela deben prestar a sus connacionales en el exterior.

En nuestra opinión, el cierre de las actividades consulares no es la medida conveniente para protestar la expulsión de la Cónsul Livia Acosta, aun en el supuesto de que la expulsión haya sido injusta. Correspondía una respuesta diplomática y política, y no un disparo hacia adentro contra los propios venezolanos, que poco o nada afecta directamente al gobierno de los Estados Unidos, pero si a los conciudadanos en la jurisdicción consular más grande de nuestro país en el mundo, desde la perspectiva del número de compatriotas a ser atendidos.

Tal vez el señor Presidente ni la Cancillería se pasearon por las consecuencias que tiene la medida que rechazamos:  
1)    Cesa el servicio de identidad venezolana que el Consulado presta a nuestros compatriotas.

2)    Se paraliza la defensa y representación de los connacionales ante las autoridades de los Estados Unidos y sus tribunales. Siendo el puerto y el aeropuerto  de Miami los dos puntos por los cuales ingresa el mayor número de venezolanos a los Estados Unidos, son nutridos los casos que semanalmente deben ser atendidos por el Consulado. Esos compatriotas hoy en las prisiones o ante las autoridades estadounidenses están desasistidos por el Estado venezolano.

3)    Los menores quedan relegados y sin la especial atención que merecen del Estado venezolano. Entre los casos más frecuentes que atiende el Consulado están las autorizaciones de viaje a menores de edad.

4)    Se desatiende la seguridad social. Lamentablemente el abandono de la tarea consular ocurre en los primeros días del año, cuando generalmente los pensionados deben presentar Fe de Vida para que no se les suspenda la pensión.
5)    El Registro Civil, registro de nacimientos, actas de defunción y actas de matrimonio, entre otros, quedan postergados. Piénsese, por ejemplo, en las dificultades para traer a Venezuela los despojos mortales de compatriotas fallecidos en el área consular de Miami.

6)    La autenticación y registro de documentos y poderes,  de informes médicos, facturas, certificaciones de uso de vehículos y otros, se han paralizado.

7)    Todo lo que tiene que ver con el envío de dinero a nuestros compatriotas en los Estados Unidos queda relegado, remesas familiares, remesas de estudiantes y aquellas de pensionados y jubilados, amén de las destinadas a las actividades económicas.

8)    Se afecta directamente el comercio, particularmente la compra de alimentos para el consumo de los venezolanos residenciados en nuestro país; el de Miami es el Consulado en los EE.UU. que más certifica importaciones hacia Venezuela.

9)    Se afecta el derecho político y electoral de los venezolanos, arriesgando el sufragio del 7 de octubre; además está corriendo el lapso para la inscripción o cambio de residencia  en el Registro Electoral, que vence durante el semestre en curso cara a las elecciones presidenciales.

10)    Para no hacer más larga esta lista, abogamos ahora en defensa de los derechos de nuestros compatriotas funcionarios y familiares de funcionarios del Consulado en Miami. En efecto, debieron regresar a Venezuela funcionarios, hijos y otros familiares, corriendo el riesgo de que los muchachos pierdan el año escolar o se retrasen en sus estudios, amén de interrumpir sus actividades ordinarias.

Considérese, además, el costo multimillonario del traslado de centenares de personas al país, a cargo del erario nacional.

Por todo lo dicho exigimos al Ministerio de Relaciones Exteriores, y por su intermedio al señor Presidente de la República:

PRIMERO:      Reabrir de inmediato las actividades administrativas del Consulado de Venezuela en Miami. Como defensores de los venezolanos en el exterior no podemos permitir, sin levantar nuestra voz, se sigan afectando Derechos Humanos de nuestros compatriotas que residen en los estados de Florida, Georgia, Carolina de Norte y Carolina del Sur.

SEGUNDO:     De no reabrirse de manera inmediata la actividad consular en Miami, es imperativo adoptar una medida de emergencia y temporal para ser ejecutada, bien por funcionarios venezolanos o, vía rogatoria, por autoridades consulares de un país amigo.

Es justicia que reclamamos con justificada indignación.

Compatriotas,

ARMANDO AZPÚRUA                                                 PACIANO PADRÓN
Presidente                                                 Encargado de Asuntos Consulares