Editorial: Tenemos una propuesta

La semana pasada pudimos conocer, gracias a una información publicada en el diario español El Faro de Vigo, que el 10 de octubre de 2007 Belkys Llamira Cedeño Ocariz -ex jueza en Caracas destituida por abuso de autoridad- fue nombrada cónsul general en Vigo, España, por Nicolás Maduro (quien para ese momento era Ministro de Relaciones Exteriores), en sustitución de Jeanet Miño Rosales, quien, alegando desconocer que había sido destituida, se opuso al relevo de su cargo. Esto trajo como consecuencia una fuerte pelea, a golpe y arañazos, la cual terminó en acciones ante los tribunales españoles, provocando un auto judicial que ordena el embargo de bienes del consulado para el pago de honorarios profesionales de los abogados que incoaron la demanda.

Recordemos también que el 08 de enero de 2012, la cónsul de Venezuela en Miami, Livia Acosta, fue declarada persona non grata por el gobierno de los Estados Unidos, luego de ser acusada de participar en presuntos planes de ataque a sistemas informáticos de Estados Unidos junto a agentes cubanos e iraníes. Días después el fallecido ex presidente Hugo Chávez ordenó el cierre del consulado en Miami en respuesta a la decisión norteamericana, afectando de manera injusta a miles de venezolanos residenciados en esta jurisdicción consular.


El 23 de mayo de 2012 tres empleados de la Embajada Venezolana en Kenia acusaron al encargado de negocios Gerardo Carrillo Silva de acoso sexual, razón por la que fue destituido, siendo designado el primer secretario, Dwight Sagaray, para ocupar sus funciones. El 12 de julio de 2012 la cancillería venezolana designó a Olga Fonseca Jiménez como la nueva Embajadora de Venezuela en Nairobi, quien fue denunciada por empleados de la embajada por despido injustificado, alegando que fueron destituidos por negarse a retirar las acusaciones que hicieron por acoso sexual contra Carrillo. El 27 de julio, luego de una fiesta en la residencia oficial, apareció la embajadora estrangulada en su cama, y las autoridades kenianas acusaron a Dwight Sagaray como autor material del hecho.

Son sólo tres historias que nos permiten ilustrar el estado actual de las cosas dentro de la cancillería venezolana, una institución que, tras los 15 años de gobierno chavista, exhibe como saldo rojo la destrucción del funcionariado de carrera diplomática y consular, sustituyéndolo por uno de baja calidad profesional y técnica, que no representa los intereses del país, sino los intereses del partido de gobierno. Hoy en día contamos con un servicio exterior altamente ideologizado, desorganizado, deficiente y discriminatorio.La mayoría de nuestros funcionarios diplomáticos y consulares, salvo muy contadas y honrosas excepciones, actúan la mayor parte del tiempo como agentes del partido de Gobierno, convirtiendo a nuestras embajadas y consulados en oficinas de propaganda del PSUV, olvidando que la labor fundamental de nuestras embajadas y consulados es la de defender los intereses de nuestra nación y proteger a sus ciudadanos. Un ejemplo de esta situación fueron las enormes trabas que se colocaron a los venezolanos residentes en el exterior para impedirles su inscripción y actualización de datos en el registro electoral para que pudieran participar en las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012, a sabiendas que su inscripción masiva podría alterar la correlación de fuerzas en votos gobierno-oposición.

Más de un millón de venezolanos están residenciados en el exterior, y es obligación del gobierno el garantizarles el goce pleno de sus derechos como ciudadanos. Sin embargo, adicional a las condiciones políticas imperantes, la infraestructura consular hoy en día resulta insuficiente para atender esta nueva realidad de la emigración, y nuestros compatriotas se ven obligados a erogar enormes cifras de dinero en trasladarse hasta ciudades cientos de kilómetros de distancia de donde viven o incluso teniendo que hacer un viaje internacional para trasladarse a las oficinas consulares y mantener sus vínculos con el país, por lo que muchos de ellos, debido a tal situación terminan perdiendo esos vínculos, en detrimento de nuestra sociedad como conjunto.

Venezolanos en el Mundo elaboró una propuesta de políticas públicas que se encuentra disponible en nuestra página web. Creemos que es sumamente importante rescatar el carácter profesional e institucional del servicio exterior y hacer una reestructuración de la Cancillería que permita mejorar nuestras relaciones exteriores. Es un reto, un desafío, y sabemos que mientras este Gobierno permanezca en el poder será muy difícil que estos cambios se concreten en corto plazo. Pero es necesario hacerlas para que cuando se produzca el cambio, la situación no nos agarre fuera de base. Con estas propuestas, que esperamos puedan hacerse realidad algún día, daremos razones a los Venezolanos en el Mundo para que puedan reencontrarse con el país, con su familia y amigos. Y al mismo tiempo, estando fuera del país puedan gozar de sus derechos como ciudadanos venezolanos. Hoy les invitamos a leerlas y hacernos críticas, recomendaciones y aportar ideas que nos permitan enriquecerlas: ¡Tu propones!