Me voy a estudiar afuera

trabajar-y-viajarPor Jorge de Vega

Esta, quizás, es la frase que cada día, y cada vez con más frecuencia, se está escuchando en muchos hogares venezolanos; cada uno por diferentes razones, aprender un nuevo idioma, tener una herramienta más que les ayude con el trabajo que realizan actualmente o simplemente porque quieren buscar una salida a la realidad que se vive cada día, son cada vez más los jóvenes, y los no tanto, que están tomando esta determinación; en algunos casos son los mismos padres quienes deciden enviar a sus hijos a estudiar a otras latitudes.

La cifra de venezolanos que decide y sale del país para ir a realizar estudios en el exterior aumenta minuto a minuto y de forma exponencial, vertiginosa, y se pudiera decir que de una industria, las academias que ofrecen cursos en el extranjero,  que movía moderados montos de dinero en Venezuela, en los últimos años se ha convertido en una industria que maneja varios o muchos millones de bolívares.

Para nadie es un secreto la diferencia que actualmente existe entre el valor oficial de la tasa de cambio del dólar americano o el euro con respecto al bolívar y  el valor que esta tasa posee en el mercado secundario, paralelo o también llamado mercado negro, dicha diferencia ha servido para que muchos jóvenes que antes no soñaban en hacer un curso fuera de Venezuela por las implicaciones en costo ahora, con una inversión inicial obtenida por un préstamo familiar o comercial, puedan verlo  como un objetivo alcanzable, ya que dicha diferencia les ayuda a recuperar la inversión para cancelar el préstamo.

Como es de esperarse,  esta “oleada” de personas que deciden salir de Venezuela cada día, y obviamente,  la “oportunidad” que ofrece la diferencia entre las tasas de cambio, el conformar una empresa para, como intermediario, ofrecer cursos en el extranjero es algo que ha llamado la atención a muchas personas de negocio y emprendedores; algunos siempre con la firme convicción de ofrecer cursos de calidad y con la mejor atención pero otros, solo tienen el simple propósito de tomar ventaja a cualquier precio  y la calidad, la atención y el estar tratando con seres humanos, resultan aspectos secundarios y, a veces, hasta nulos.

Lamentablemente, muchas cosas buenas se podrían escribir sobre el tema de la formación de los individuos en otros países pero, dada la magnitud en número, de “empresarios o emprendedores”, que lo que buscan hacerse con la mayor cantidad de dinero posible, y para quienes el uso de lo que podría denominarse “estafas”  lejos de ser una práctica contra toda ética, se ha vuelto una herramienta para satisfacer sus necesidades de ganancias, uso indiscriminado de las mismas, es menester ocuparse de este tópico.

Si, lamentablemente, hay un grupo de estos intermediarios, que no las academias o institutos propiamente dicho, que se valen de diferentes engaños y/o estafas para atraer a la mayor cantidad de estudiantes posibles, algunas de ellas inofensivas, las que no tienen mayores consecuencias, pero otras que llegan a poner en riesgo la integridad, física, emocional y psíquica de los estafados.

Una de las prácticas más comunes es el ofertar a los estudiantes la posibilidad de trabajar en el país destino y así hacerse de unos ahorros, lo cual resulta incierto toda vez que los mercados laborales de ciertos países se encuentran contraídos, lo que hace difícil o imposible el poder conseguir un empleo, más aun cuando no se domina la lengua de dicho país o se posee una visa de estudiante. Otra modalidad de estafa, también común, es realizar la oferta de hospedajes exclusivos colocando fotos de cuartos y locaciones similares a un hotel de la más alta categoría pero que, al igual que la modalidad anterior, resulta también falsa, los estudiantes al llegar al país destino son alojados en hostales o moteles de muy baja categoría compartiendo la habitación, en el mejor de los casos, con otro grupo de estudiantes que pueden a veces llegar hasta 15 o 20 pero puede ser peor, pues podría el estudiante terminar compartiendo la habitación con personas que no son estudiantes, personas completamente desconocidas, y que pudieran ser o no del mismo sexo; obviamente es fácil imaginar que dentro de este grupo de personas con las que se compartirá la habitación pudieran encontrarse algunas personas cuyos valores morales no son los deseados.

Pero digamos que las anteriores son modalidades “light” o suaves, existen otro grupo de estafas un poco más complejas, la primera de ellas es la cuenta en el banco para recibir la manutención correspondiente, algunas empresas, diciéndole a los estudiantes que ellos no pueden abrir una cuenta bancaria, se ofrecen para abrir un cuenta en conjunto con el estudiante para así poder recibir las remesas de dinero y por lo cual le hacen el cobro de una comisión en la moneda destino, esta comisión puede ser de 2% al 5% del dinero que se recibe. También pueden incluirse en este grupo las empresas que, esgrimiendo como excusa lo “difícil del trámite con CADIVI”, cobran montos adicionales, o una matrícula más abultada, para así poder entregar las facturas proformas u otros requisitos que le son necesarios a los estudiantes para tramitar las divisas.

Finalmente, las que pueden ser catalogadas de las más graves y lamentablemente las que van orientadas a las personas de menos recursos aunque no exclusivamente. En este grupo entran las llamadas “ofertas todo incluido”, las empresas contactan a los interesados y les dicen que si desean estudiar en el exterior sin tener que hacer pago alguno, inclusive hasta recibir dinero, y lo único que deben hacer son los trámites necesarios para obtener el permiso para envío de la  manutención, una vez aceptada la oferta por el estudiante las empresas abren una cuenta en conjunto con este último en un banco, allí recibirán el dinero proveniente de la manutención, este dinero será manejado 100% por la empresa, que luego de cancelar montos mínimos por el curso, un alojamiento paupérrimo y cierto monto para comida y transporte, que es supuestamente el pago que recibe el estudiante, se hacen con el resto del dinero. Se calcula que por este medio las empresas pueden llegar a hacerse con alrededor de 9000,00 Euros por estudiante. El problema es que el estudiante sin dinero está 100% a merced de estas empresas y al final ni recibe un buen curso, ni puede ahorrar dinero y a veces ni comer bien puede.

Es importante mencionar que estas estafas no son aplicadas de forma excluyente, es decir, una u otra, a veces las empresas combinan varias; muchos estudiantes que se sienten engañados tratan de contactar a estas empresas para reclamar y las veces que tiene éxito les prometen solventar la situación y nunca lo hacen. Cabe destacar que estas empresas están usando estudiantes para captar otros, ofreciéndoles a cambio dinero y el arreglo del problema que tiene.

El llamado es a las personas que están pensando en realizar un curso en el exterior, a que no se dejen llevar por ofertas deslumbrantes, que verifiquen bien a las empresas por medio de las redes sociales, investiguen a través de la internet, no se dejen llevar por amigos o conocidos  pues estas empresas puede llegar a ofrecer buenas cantidades a terceros que se presten para captar otras personas; en fin antes de tomar cualquier paso es bien importante obtener la mayor cantidad de información posible sobre el país destino, la academia de inglés donde cursaran los estudios, etc.

 

Jorge De Vega C.

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