La MUD de Francia el 12 de febrero y el 7 de octubre

Por Juan Rafael Pulido

La MUD de Francia se propone, a pocos días de la elección del candidato de la unidad, hacer del 12 de febrero un encuentro innovador de participación ciudadana. Ese día, a los venezolanos residenciados en Francia se nos ofrece la posibilidad de votar para escoger entre 5 candidatos a la elección presidencial.
Gracias a la eficiencia y a la tenacidad de nuestro colectivo, la ciudad de París será la sede de un evento electoral ubicado en la prestigiosa casa de los Ingenieros de Minas de esta ciudad. En este lugar vamos a celebrar un acto único en la historia de Venezuela. Se trata de la utilización inédita de un procedimiento democrático para la designación de un candidato a la elección presidencial. Es una consulta que va más allá de las fronteras partidistas y que solicita la participación de toda la sociedad venezolana. Los factores democráticos de la oposición movilizan todo el cuerpo electoral de la nación y pueden participar todos los electores inscritos en el registro electoral. Para estas elecciones no se exige filiación ni se pide fidelidad, sólo importa la conciencia y la sensatez republicana de que no existe otra forma contemporánea de convivencia posible que la democrática.
Creemos que es posible vivir en un país donde sin negar las trayectorias individuales, el espacio público lo pensamos y lo construimos colectivamente. Votar es un deber y un derecho. Para ejercer ese derecho inalienable, la MUD de Francia organiza todos los preparativos y procedimientos legales para votar con plena confianza en París.
La MUD de Francia se ha convertido en un solidario equipo de expatriados competentes y conscientes de la necesidad de implicarse en tanto que ciudadanos en los destinos de Venezuela. La diversidad profesional y sin duda ideológica ha sido –contrariamente a los pronósticos de nuestros adversarios– un verdadero factor de unión para la definición de objetivos comunes. La fuerza motora ha sido y es la inquebrantable unidad construida en un debate contradictorio pero sincero que acepta como normal la diferencia de apreciaciones.
Dos factores han facilitado el acercamiento y el diálogo constructivo: Primero, un nexo humano donde la tolerancia y el respeto son los elementos que han facilitado el entendimiento en nuestro grupo. Segundo, una progresiva visión compartida de lo que el editorialista Fernando Rodríguez llama la “democracia decente”.
A sólo una semana del segundo domingo de febrero, los activistas de la MUD Francia nos declaramos en vigilia. Con serenidad pero al mismo tiempo con determinación. Con sapiencia para visualizar los mejores objetivos, pero también con esa dosis de “emocionalidad”  indisociable a una cierta manera de ser venezolanos.  Entre nosotros existe la convicción que nos asiste la razón política. El actual gobierno ha sido y es la administración más incompetente y corrupta de los últimos 54 años. Después de 13 años de gestión gubernamental  es una indecencia política la permanencia de Hugo Chavez en el poder. En el 2012 el dilema es decantarse entre un modelo de vocación totalitario en el cual un solo hombre quiere controlarlo todo y un modelo donde al contrario son los ciudadanos libres con instituciones sólidas quienes controlan, evalúan y sancionan con sus votos las élites en el poder.
La comunidad de venezolanos en Francia no tiene hábitos sociables visibles como otras nacionalidades.  Se reúnen poco y viven una existencia más bien individualizada en pequeños grupos. Esta forma de sociabilidad de nuestros compatriotas nos exige un trabajo de comunicación política y de persuasión casi de cuerpo a cuerpo, de voto a voto. Hay que hacer uso de la palabra inteligente en una relación física, de contacto directo para convencer de la importancia de venir a votar el día de la juventud y más tarde el 7 de octubre a la elección crucial. Nuestro principal obstáculo en el exterior –en todo caso en Francia– es la indiferencia y muchas veces la indolencia de nuestros conciudadanos como decía Rómulo Betancourt. El individualismo en muchos casos es más eficiente como amenaza para la democracia que las prácticas violentas y el lenguaje belicista promovidos desde el poder para sembrar miedo.  De manera que los indiferentes hay que colocarlos en el territorio de la ciudadanía. Para los que tienen incertidumbres, hay que despejar las dudas y acercarlos al espacio público donde se construye en permanencia la democracia. No hay democracia posible sin ciudadanos.
Para lograr este propósito de esclarecer, convencer y movilizar a los compatriotas residentes en Francia, tenemos que hacer uso de todos los medios a nuestro alcance. Sin duda que las nuevas tecnologías son inevitables y el recurso por excelencia “incontournable”. Internet, blacberry, facebook, twitter, etc., son determinantes como factor de comunicación. No obstante hay que activar los “viejos métodos”. La proximidad física, el contacto directo pasa por la utilización del teléfono y de la voz cálida convincente e interactiva que pueda desmontar las resistencias a votar el 12 de febrero. Las citas en un café alrededor de una copa de vino, las tertulias culinarias, tienen que activarse y son una buena ocasión suplementaria de confrontación de ideas para disminuir el rechazo a participar en las elecciones del 12 de febrero y del 7 de octubre.  Hay que hacer el “inventario” de los amigos y conocidos que forman parte de nuestro radio de influencia. Verificar casi matemáticamente el número de personas que constituyen nuestro capital-social. Nuestro entorno más cercano hay que razonarlo e intentar transformar cada contacto en un vector multiplicador de un mensaje de esperanza democrática. Hay que comunicar nuestro entusiasmo y contagiar con nuestras ideas los 6.000 venezolanos que residen en Francia.
Nosotros y con nosotros otros compatriotas nos vemos el 12 de febrero en la Maison de Mines. Que así sea y por el bien de la nación.
Juan Rafael Pulido  (chipilo)

Secretario Ejecutivo MUD- FRANCIA