Preservando pensamiento El exceso de calima y la crisis

Por Lya Ortiz*

El exceso de calima y la crisis, no pueden ser un sesgo a la razón.

Un paso adelante y uno casi atrás, muévanse pies, el golpe viene como no te lo imaginas; es lo que pienso que paso por la mente de aquella joven policía en el Táchira al ser arrollada por aquel autobús.

Han sido días en los que ahora es moda hacerse viral con videos de linchamientos, o celebrar en comentarios por las redes las muertes de efectivos policiales; la calima nos llegó a cada rincón de la razón y nos convirtió en feroces hombres hambrientos de justicia. No celebro, ni aplaudo cada hecho, pero ahora es tan difícil desintoxicar la rabia de cada venezolano que lamentablemente ha sido víctima de un paupérrimo sistema que no le garantiza su seguridad en lo más mínimo. Nos convertimos en asesinos, a la espera de que una voz diga ¡AGÁRRENLO! y ser jueces de palo en mano para encontrar lo que el gobierno no nos da. Sí, la calima se quedó arraigada al odio en cada uno.

¿Que sigan los linchamientos es justificado? ¿Que continúen asesinando policías lo es? Para ambas preguntas respondo con un no, y esto me lo atribuyo al hecho que últimamente en la calle he podido ver hasta como las madres de hoy (algunas para no generalizar) en el transporte público se han dedicado a enseñarle a sus hijos como defenderse, no de la buena manera, actitudes de como pellizcar a un niño para que llore fastidiando así a otro ciudadano y éste le ceda el puesto, a ese nivel llegamos; cuando lo relaciono a los linchamientos y asesinatos, lo refiero al hecho de que se está inculcando a cada uno, ahora, a aplicar la sobrevivencia del más fuerte, que jale más que el otro la soga hasta que el otro caiga, porque actuar violentamente está bien, y no es así.

Anteriormente, me referí a las voces que podrían llamar a el alto a la violencia, hoy llamo a la razón, solo a esa que entre la locura se quite la venda, y en las manos de jóvenes que aún continúan saliendo con la frente en alto día a día a estudiar, trabajar y ayudar en sus casas, sigan existiendo destellos de esperanza porque no pueden dejar de luchar, que pese a que dan un paso adelante y uno atrás, con miedo a que pase la mordaz oscuridad de la inseguridad temerosa y necesitada, queriendo arrancarle lo que tiene, no permitan que el odio consuman sus metas.

He podido leer muy sentidas palabras como “en estos momentos es que me provoca dejarlo todo e irme a un país que me brinde lo que mi propio país no puede…”, siempre después de un día largo, donde la realidad ataca y pese a que todo es cuesta arriba, ¿respirar ayuda?. La calima quiere llenar de odio las células y sesgar la razón, ejercicios de paciencia y de no dar el brazo a torcer es lo que toca hacer. Pero sólo nosotros podemos desarmar o restaurar esto, mantener los cimientos de la casa es una responsabilidad muy alta, pero es mejor que regresar y conseguir ruinas.
Para quienes volaron lejos, debemos como ciudadanos no señalar los acontecimientos a las razones por las que decidimos alzar vuelo, más bien buscar apoyo para restaurar los cimientos de la razón perdida dentro de cada uno de nosotros. Si nos une el decir que Venezuela nos permite naufragar, hay que zarpar, pero para volver a nuestras orillas tenemos que armar nuestra balsa de valores que ayuden a nuestro naufragio, y rescatar de entre las olas a quienes se ahogan en la crisis.

Entremos en razón, salvemos lo que nos queda. Ahora toca esperar en colas, pero miren la sorpresa de unos papeles en algún reconocido país de centroamérica, que con lluvia de verdades develadas no merece que su nombre sea manchado, nos enteramos que 241 mil veces el nombre de nuestra casa es reflejado, prepárense que la historia es larga, pero ojala en el siguiente capítulo sepamos quien es el villano culpable de que estemos aquí en la cola por comida.


*Lya Ortiz, politóloga mención Relaciones Internacionales, venezolana egresada de la Universidad Central de Venezuela, que a partir de hoy se suma a los columnistas de nuestra página web, síguela en el Twitter: @LyaIssa. Preservando pensamiento será publicada en nuestra página web todos los jueves a partir de hoy. Te invitamos a leer lo que traerá Lya Ortiz en sus próximos artículos.