Lo que le costará votar a un venezolano de Miami

«Venezolano come arepa donde sea, vota donde sea». Con esa frase, una de las muchas organizaciones de venezolanos en el exterior busca entusiasmar a quienes viven en Miami y otras zonas aledañas en Estados Unidos para que se trasladen a la ciudad de Nueva Orleans y participen en las elecciones presidenciales del domingo 7 de octubre.

La decisión del cierre del consulado venezolano en Miami fue tomada en enero de este año por el presidente Hugo Chávez, tras la orden emitida por Washington para que la cónsul Livia Acosta abandonara el país, después de haber sido acusada de vínculos con un supuesto complot iraní en contra de Estados Unidos.

En Miami hay 19.542 inscritos para estos comicios. Esto lo convierte en el mayor centro de votación del sistema electoral venezolano, dentro y fuera del país.

En la zona, la intención del voto es claramente opositora. En las elecciones presidenciales de 2006, 10.539 de los 10.799 votos escrutados fueron para el candidato de la oposición Manuel Rosales. Entonces, el presidente Chávez solo obtuvo 251.

Pero esta vez, a diferencia de ocasiones anteriores, los electores tendrán que realizar una inversión económica para recorrer 1.400 kilómetros (14 horas por tierra o 1 hora y 50 minutos en avión), llegar al Centro de Convenciones de Nueva Orleans, emitir su voto y devolverse.

Son muchos los esfuerzos que se están llevando a cabo para facilitar la participación de los venezolanos en el proceso. En un escenario de resultados muy cerrados, cualquier voto puede marcar la diferencia.

Lea: Temen consecuencias por cierre de consulado de Venezuela en Miami

Última hora

Vanessa Durán, de la fundación sin fines de lucro Voto donde sea, explicó a BBC Mundo que el viaje implica un gasto económico que no todo el mundo puede asumir. «Estamos trabajando para garantizar el traslado de 1.100 votantes en 20 autobuses. Ya tenemos siete completamente llenos».

Ellos ofrecen el servicio por US$75, el precio más económico. «Pudimos bajar el costo gracias a las donaciones que hemos recibido. Un voto en el exterior es tan importante como uno en Venezuela», dice.

Beatriz Olavarría, una voluntaria que participa en la coordinación del evento electoral en Nueva Orleans, dijo a BBC Mundo que muchos venezolanos de Miami han esperado hasta última hora para decidirse.

«El lugar exacto de la votación (el Centro de Convenciones) fue anunciado cuando faltaban menos de 30 días para las elecciones. No se puede comprar el ticket para un concierto si uno ni siquiera sabe dónde se va a llevar a cabo. Hace falta pedir permiso en el trabajo, pensar si se viaja el mismo día, si hace falta reservar un hotel, si los niños van o se quedan… En estas últimas semanas es que la gente se ha puesto las pilas».

Olavarría ya ha viajado tres veces a Nueva Orleans para afinar detalles de logística. Aunque para ella es muy difícil calcular cuánta gente irá, cree que el consulado de la ciudad se está organizando para recibir a mucha gente.

Lea también: La ciudad de EE.UU. en la que los venezolanos ya son mayoría

El presupuesto

La mayoría de los traslados en autobús ofrecen salir de Miami el sábado 6 de octubre por la tarde y regresar al domingo 7, después de las elecciones.

Hay algunos incentivos que llaman la atención. Por ejemplo, el traslado que ofrece la empresa America’s Transportation a US$145 incluye 150 minutos de llamadas a Venezuela. Otra compañía, llamada USA International Enterprises, incluirá en los US$119 del transporte «un sándwich cubano con papita, soda y agua» que dará a sus pasajeros al llegar al centro de votación.

Otra oferta es la de Americas Destinations, cuyo autobús cuesta US$259 e incluye una noche de hotel, cena buffet y desayuno.

Otros van por su cuenta. Yamilet García es una de ellas.

«Me estoy yendo en mi carro con tres personas más, ya reservamos hotel por dos noches. Estamos tratando de que el plan sea lo más amigable y divertido posible. Nos vamos el viernes y aprovecharemos el sábado para conocer la ciudad. Apenas abra el centro de convenciones, votaremos y nos regresaremos. Desde que lo anuncié en Facebook me ha escrito mucha gente, creo que se terminará armando una caravana», dice a BBC Mundo la venezolana que ya tiene 14 años fuera de su país.

García tiene planeado gastar unos US$300. Sin embargo, personas como Julio Cabello gastarán al menos tres veces ese monto.

«El fin de semana de las elecciones será la primera noche que mis hijos dormirán con una niñera, para yo poder viajar el sábado en el último vuelo (comercial). Mi esposa estará de viaje de trabajo y yo tendré que regresar el domingo cuanto antes a Miami. No será fácil. Planeo amanecer en el centro electoral para votar pronto. Gastaré un aproximado de US$1.200 entre pasaje, comida, hotel y niñera, más la angustia, lo ajustado del viaje y la expectativa de los resultados. Pero valdrá la pena».

«Nos la pusieron difícil»

La organización Aerovotar también recoge donaciones para ayudar a la gente a la que se le dificulte el traslado.

Aunque al principio mucha gente dudó de su veracidad, su creador Andrew Morrison asegura que se trata de una fundación seria en la que el traslado gratuito de mayores de 60 años, mujeres embarazadas y personas con discapacidad es la prioridad.

«No tenemos ningún interés personal o económico. Nuestro único interés es que las personas tengan la posibilidad de emitir su opinión y que voten a favor de lo que ellos crean que es mejor para el país», afirma Morrison a BBC Mundo.

A propósito de los planes de última hora de los que habla Olavarría, hace poco se anunció un vuelo charter por US$470 ida y vuelta, el mismo domingo 7 de octubre. Según ella, en dos días ya se habían vendido el 80% de los puestos.

Uno de los votantes que irá a bordo de ese avión será Camilo Pino, quien también reside en Miami. Optó por volar porque para él las 32 horas en autobús resultarían extremadamente agotadoras. «El viaje por tierra es un maratón de prócer de la independencia», dice.

Pino habla con BBC Mundo de sus razones: «Yo voy a votar porque las elecciones están muy cerradas. Suena a lugar común, pero es la verdad. Yo siempre participo, pero ahora siento que mi voto vale el dinero del pasaje. Es una cuestión de compromiso».

Su esposa, que también es venezolana, se quedará en Miami cuidando a sus tres hijos y a los de otra familia que también viajará a votar con él.

«Esta vez nos la pusieron difícil».

BBC Mundo, 27 de septiembre de 2012

Noticias relacionadas: 

Venezolanos en Miami hacen todo lo posible por votar, El Universal