Opinión: Kit Viajero del Venezolano

Por José Alejandro Cuevas, @cuevasar *

Emigrar involucra mucha incertidumbre, y uno de los momentos en que se hace más evidente es cuando estás haciendo la maleta. Aquí un listado de algunas cosas que no deberías dejar:

1. Emigrar 101: Ropa adecuada, diccionario/traductor si vas a un país en donde se habla otro idioma; medicinas.
Averigüen bien las temperaturas promedio por temporada y prepárense adecuadamente. Eso sí, no se lleven la ruana que compraron en el páramo para aguantar el frío de un invierno en Inglaterra o en Chile. Si no tienen nada que sea suficientemente abrigado, al llegar a su destino compren un abrigo adecuado. Igualmente prepárense para el calor, porque si se llevan puros sweaters y les toca caminar por la Gran Vía en Madrid en pleno agosto, van a sofocarse a mitad de camino.

Con respecto a las medicinas, traten de llevarse medicamentos sin prescripción para los males comunes. Si tienen alguna dolencia particular (asma o alguna enfermedad crónica) váyanse preparados y con reserva. Por último, si son propensos a virosis fuertes que requieran antibióticos, consulten a su médico para que les de una prescripción y puedan llevarse una reserva. IMPORTANTE: Llévense copia de la prescripción en la maleta donde metan las medicinas.

El diccionario o traductor puede sonar obvio, más aun en los tiempos de Google Translate y dependiendo de tu nivel en otros idiomas, pero nada más piensen que en inmigración -donde no permiten el uso de teléfonos celulares- por alguna razón el funcionario de un país que no sea de habla hispana los retiene.

2. Adaptador de corriente:
No esperen a llegar a los aeropuertos a comprarlos, pues ahí lo conseguirán más caros. Muy probablemente después de su viaje lleguen con el celular descargado y si llegan de noche, no querrán tener que pagar 5 o 6 euros en el aeropuerto por un adaptador que conseguirían en 2 o 3 euros en una tienda de la ciudad.

IMPORTANTE: Tengan en cuenta que no todos los países usan el mismo voltaje. En este vínculo podrán encontrar un listado referencial.

3. Documentos legalizados/apostillados.
Para que un documento emitido por una autoridad venezolana tenga validez ante las autoridades e instituciones académicas en el exterior, es exigido (en la gran mayoría de las ocasiones) que el mismo haya sido legalizado o apostillado, dependiendo de si el país destino suscribió o no el Convenio de La Haya sobre la Apostilla.
Los países que han suscrito el Convenio de la Haya sobre la Apostilla los pueden encontrar aquí. Es importante que verifiquen cuál es el proceso que les corresponde antes de incurrir en gastos.

4. Números de contacto de conocidos en el país destino.
Si les pasa como a mí, seguramente a cualquier parte del mundo a donde vayan a viajar, sus papás van a tener a un primo, pariente lejano, amigo de un amigo de la familia o el hijo de la vecina que se consiguen todos los días en el ascensor que vive en el mismo sitio. Y antes de irse les van a dar un papelito (de esos de taquito interminables predecesores de los post-it, con el logo de la empresa de seguros) con el número de esa persona, que ustedes probablemente no conocen o han visto sólo un par de veces en sus vidas. Agarren ese papelito y llamen a esa persona en lo que se instalen, siempre van a necesitar un contacto que les aconseje y hasta pueda ayudarlos en un momento determinado.

5. Reserva de Chucherías.
En la medida en que su equipaje lo permita, llévense una reserva de chocolates venezolanos. Primero porque a nivel de calidad nada tienen que envidiarle a los que comprarán afuera, y segundo porque en momentos en que se combinan la nostalgia y la ansiedad no vas a conseguir nada mejor a qué recurrir.

Harina Pan y malta se consigue en casi cualquier país del mundo. El ron venezolano también se consigue en muchos lugares en el exterior, particularmente Santa Teresa, Cacique y Diplomático en gamas medias y alta.

6. Libro de Cocina.
Sea que sea un chef experimentado o no sepas freír un huevo, llévate un libro de cocina y preferiblemente uno en donde se encuentren recetas que sueles comer en tu casa o en la de tus padres o abuelos. “Mi Cocina” de Armando Scannone, es un clásico que seguramente está en cada casa, pregúntale a tu mamá si no sabes cuál es.
Siempre puedes usar el comodín de pedirle la receta a tu mamá, tía o abuela, pero tener ese librito que te saque de apuros cuando el cambio horario no te permita llamarla o le falle la conexión de Skype te va a ser extremadamente útil.

7. Bandera de Venezuela.
La gran mayoría de los emigrantes salimos de Venezuela despechados. Incluso quienes nos quejamos estando allá, criticamos tanto la mal llamada “viveza” criolla y que salimos asqueados de la cultura de compadrazgo y la politización de toda vaina las instituciones, vamos a vivir un proceso de reconciliación con el país y aprender a contrastar y a valorar lo bueno que nos dejó, sea poco o mucho, sea para regresar o para transmitirlo a nuestro entorno e hijos si nos quedamos en nuestro destino.

Lleva contigo un pedacito del país, porque estando afuera vas a escuchar el Alma Llanera y se te va a aguar el guarapo; de Octubre a Enero te vas a despertar en la mañana viendo como amaneció el Caracas o Magallanes en la tabla; tus pupilas se van a dilatar cuando veas un tequeño, te vas a estresar leyendo Twitter cuando ocurra algo en Venezuela y nada más tú vas a entender lo que significa quedarse pegado frente al televisor (o streaming) viendo una baranda hasta que aparezca una señora cachetona recién salida de la peluquería a dar los resultados de la “fiesta democrática”.

8. Recuerdo familiar.
Así como uno no deja de ser venezolano al salir del país, tampoco pierdes los apellidos. Si hay algo resulta duro para los venezolanos –y por nuestra cultura me atrevo a decir que para todos– es estar lejos de la familia. Puedes tener la carpeta de Dropbox, el Facebook y la computadora llena de fotos y videos familiares, pero imprímelas y monta un pequeño cuadro, o ten un recordatorio de tu familia en algún lugar de tu casa. No subestimen el impacto emocional que tiene emigrar, ni todo lo que los va a ayudar tener personalizadas las cuatro paredes que tengan donde lleguen.

9. Token o “Amuleto”. 
Sean o no supersticiosos (yo no lo soy), les recomiendo que se lleven un token o un “amuleto” con algún valor simbólico para su viaje. Al igual que la bandera o el recuerdo familiar, se trata de algo que los ayude a encontrar motivación en los momentos difíciles. Puede ser algún regalo, adorno de escritorio, cadena, pulsera, o incluso algún reconocimiento de algo que ya hayan logrado anteriormente, que les haga recordar que si se trazaron un objetivo, van a hacer lo posible para cumplirlo.

10. Actitud. 
Por último pero no menos importante, hay que llevarse una actitud de apertura al cambio, de comprender las implicaciones del proyecto y de no darse por vencido en cualquier escenario.

Espero que esta lista sea de utilidad a quienes están en proceso de emigrar o a quienes ya están afuera para completar su kit de viaje.

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*Sobre el autor. Jose Alejandro Cuevas es abogado venezolano y vive en Barcelona, Espana. Como muchos otros jóvenes salió del país en busca de oportunidades. Considera que cada venezolano en el exterior es un embajador de su tierra, que tienen dos obligaciones: la primera es demostrar todo lo bueno de nuestra cultura y la segunda, aportar un granito de arena para que las cosas mejoren, así sea a la distancia y cada quien desde el rol que sus circunstancias particulares le permitan. Es autor del blog: Tengo un humilde blog: conpapitasyrefresco.wordpress.com, en el que comparte sus ideas, opiniones, frustraciones, ideales y hasta béisbol, cuando las circunstancias lo permiten.